Radar de la paz - Síntesis mensual - noviembre de 2013

Durante noviembre cuatro temas marcaron las discusiones públicas en torno a los diálogos de paz que adelantan el Gobierno y las FARC en La Habana. El primero se refiere al acuerdo al que llegaron las partes frente al punto de participación política; el segundo tiene que ver con la discusión que causó el anuncio oficial del presidente Juan Manuel Santos de aspirar a un segundo mandato para “completar la tarea de la paz”; el tercer tema tiene que ver con la inclusión de dos mujeres en la delegación de paz del Gobierno en calidad de negociadoras plenipotenciarias; y finalmente, un cuarto aspecto es la divulgación, por parte del Gobierno, de información que indicaba que las FARC estarían planeando atentar contra algunas personalidades públicas del país.

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El cambio en la metodología de las conversaciones de La Habana desembocó finalmente en un acuerdo. Luego de una discusión que se prolongó por 5 meses, el 6 de noviembre las delegaciones de paz del Gobierno y las FARC anunciaron que habían llegado a un acuerdo parcial sobre el tema de participación política. En un comunicado leído por los delegados de los países garantes del proceso, Cuba y Noruega, las partes dieron a conocer los primeros detalles sobre lo que pactaron en torno al segundo punto de la agenda de diálogos.

Según el texto, las delegaciones lograron acordar medidas puntuales referidas a los tres subtemas del punto de participación política: 1) Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición; 2) mecanismos democráticos de participación ciudadana; y 3) promoción e incentivos para la participación en la política a nivel nacional, regional y local. Luego de destacar la importancia de una apertura democrática y la necesidad de garantizar plenamente el ejercicio de la oposición, el comunicado describe los mecanismos y medidas que hacen parte del acuerdo. Las partes se refirieron, por ejemplo, a la creación de una comisión que definirá los lineamientos del Estatuto para la Oposición y que será alimentado por propuestas de distintos movimientos políticos, expertos y académicos.

Con el fin de “promover una cultura de la reconciliación”, añade el documento, se crearán Consejos de Reconciliación y Convivencia a nivel nacional y regional. Así mismo, las partes contemplaron un plan de promoción de veedurías ciudadanas para que la ciudadanía ejerza mayor control sobre la administración pública. Se anunció de igual forma una revisión integral del sistema de planeación participativa para asegurar que los ciudadanos participen de manera más efectiva, además de la definición de condiciones especiales para nuevos movimientos políticos a fin de asegurar realmente el “pluralismo político” en la etapa de construcción de paz.

También sobresale el acuerdo en torno a la creación de Circunscripciones Transitorias Especiales en la Cámara de Representantes, concebidas con el objetivo de asegurar una mayor representación de las regiones más afectadas por el conflicto. Del mismo modo, se contempló un sistema integral de seguridad para el ejercicio de la política que tenga como pilares el respeto por la vida y la libertad de pensamiento y opinión. Finalmente, el texto anuncia un enfoque de género que se aplicará en la construcción de todo lo relativo a la participación política para asegurar la inclusión efectiva de la mujer en ese proceso.

El acuerdo sobre el segundo punto de la agenda en La Habana coincidió con la publicación de varios sondeos de opinión que midieron la postura de los colombianos frente al proceso de paz. Entre los estudios más destacados divulgados en la primera semana de noviembre, se encuentra la Primera Encuesta Nacional sobre el Proceso de Paz realizada por el capítulo para Colombia del Barómetro de las Américas y las encuestas realizadas por las firmas Invamer Gallup y Cifras y Conceptos.

La encuesta realizada por el Barómetro preguntó a dos segmentos de colombianos, (1.505 habitantes de zonas de conflicto y 1.507 de otras regiones) si apoyaban o no el proceso de paz con las FARC, encontrando que es mayor el apoyo al proceso por parte de los encuestados que viven en zonas de conflicto (59.1%), mientras que en el resto del país el apoyo es de 53.7%.

Por su parte, el sondeo publicado por Invamer Gallup en noviembre, reveló que aunque el porcentaje de encuestados que aprueba el proceso de paz con las FARC ha disminuido desde que iniciaron las conversaciones en octubre de 2012, el apoyo sigue siendo mayoritario frente al porcentaje de personas que no aprueban el proceso.

Finalmente, el quinto Panel de Opinión realizado por la firma Cifras & Conceptos, le preguntó a 2.155 líderes de opinión, entre ellos, políticos, académicos y miembros de la sociedad civil, cuáles serán los desafíos del país para el próximo año (2014) en aspectos políticos, sociales, económicos, ambientales, e internacionales. Los resultados arrojaron que el 40% considera que el reto político más importante del 2014 será la negociación de paz entre el Gobierno y las FARC.

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