Educar para la paz

El reclutamiento y la utilización de niños, niñas adolescentes y jóvenes es una problemática latente en el marco del conflicto armado colombiano. Y uno de los mayores obstáculos frente a esta problemática es el desconocimiento por parte de la sociedad. Por eso, desde 2009, la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR, y la Fundación Ideas para la Paz, vienen trabajando conjuntamente con el apoyo de Bélgica, para prevenir de manera temprana el reclutamiento y la utilización de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la guerra.

Una apuesta para fortalecer entornos protectores para niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

El reclutamiento y la utilización de niños, niñas adolescentes y jóvenes es una problemática latente en el marco del conflicto armado colombiano. Y uno de los mayores obstáculos frente a esta problemática es el desconocimiento por parte de la sociedad. Por eso, desde 2009, la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR, y la Fundación Ideas para la Paz, vienen trabajando conjuntamente con el apoyo de Bélgica, para prevenir de manera temprana el reclutamiento y la utilización de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en la guerra.

Ambas se apoyan en la hipótesis de que a mayor garantía de los derechos, menor será el riesgo de reclutamiento y utilización de ésta población. Por eso, comprometidas con la intención de Educar para la Paz, diseñaron un proyecto que busca aportar a la Política de Prevención del Reclutamiento y Utilización de Niños, Niñas y Adolescentes por parte de los Grupos Armados al Margen de la Ley y Organizaciones Delictivas.

Este proyecto vincula la Educación par la Paz como herramienta práctica para trabajar prevención en diferentes niveles, apuntándole a abrir espacios en donde las generaciones de niños y jóvenes puedan encontrar caminos alternos a la guerra y la violencia. Esta herramienta busca una transformación individual que poco a poco permitirá una transformación colectiva. El objetivo principal es que sirva a las familias, a las comunidades y a las autoridades en la construcción de entornos de protección. Su aplicación se realizó en los municipios de Neiva (Huila), San José del Guaviare (Guaviare) y Florencia (Caquetá), que registran un alto grado de reclutamiento y utilización de sus niños y jóvenes.

El trabajo consistió en compartir percepciones, experiencias y herramientas para la paz en reuniones con instituciones, asociaciones comunitarias y juveniles, miembros de las juntas de acción comunal, padres y madres cabeza de familia y colectivos de artistas en zonas o barrios vulnerables de estos tres municipios. Igualmente, el equipo se reunió con niños y jóvenes para recoger sus miradas, sus trazos y sus voces frente a lo que viven y a la manera como se sienten amenazados o seguros en sus espacios vitales.

No podía faltar el sentir de los maestros y maestras de las escuelas del lugar sobre las vicisitudes y atropellos por los que atraviesan los niños y niñas que llegan a sus aulas. En grupos focales, maestros, padres de familia y niños y jóvenes, entregaron sus opiniones y perspectivas frente a las vulneraciones y amenazas que transitan por sus vidas y que truncan sus sueños y saberes.

Este proyecto también sirvió para fortalecer las capacidades de los funcionarios de los Centros de Servicios de la ACR. En dos reuniones nacionales se dialogó en torno de los principios de la Educación para la Paz, la normatividad que ampara la prevención del reclutamiento y la utilización de niños y niñas y el significado profundo de ser sujetos de derechos que caracteriza la existencia de esta población en Colombia.

Lo que se vivió en ese recorrido se encuentra reseñado en una cartilla llamada Educar para la paz: una apuesta para el fortalecimiento de entornos protectores par niños, niñas, adolescentes y jóvenes.

Los invitamos a leerla AQUÍ .

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