Motivos equivocados crean condiciones para extradiciones innecesarias
En los últimos meses la prensa colombiana y estadounidense han publicado los detalles del caso de Gabriel Consuegra y su hijo, Gabriel Consuegra Arroyo, dos vendedores de banano que fueron extraditados a los Estados Unidos y puestos en libertad tras confesar una participación menor en una conspiración para ingresar narcóticos a los Estados Unidos. Ambos han regresado a Colombia, e intentan reconstruir sus vidas. Con base en la información de prensa se puede deducir que ambos, o bien jugaron un rol insignificante o incluso, que son inocentes. El caso de los Consuegra no es un caso aislado. La FIP encontró varios casos semejantes y considera que estos eventos reflejan una tendencia preocupante. Por muchas razones las redes de la extradición se han ido ampliando de manera desproporcionada y, en ocasiones, esto ha traído consecuencias devastadoras. La FIP considera que tanto el Gobierno colombiano como el estadounidense son responsables por dicha tendencia.