Nº 05. El tío Fidel
Es un hombre terco. Y como todo campesino, amable, generoso y con una inteligencia como la de su entorno: silvestre, de esas que crecen sin permiso y lo hacen bien. Se acuerda con claridad de cuando llegó en el año 69 a la vereda donde, aún hoy, persiste. Una vereda de la región del río Ariari. Venía de la cordillera, como la mayoría de sus vecinos. Acababa de prestar el servicio militar en los tiempos del Frente Nacional. En alguno de los recodos del río Ariari o del Güejar, encontró la que aún hoy es su mujer, la mamá de sus cinco hijos que tenía.
Gonzalo Agudelo
Agosto 2006